Descripción

Esta obra, en tabla de 100 x 100 cm con pintura acrílica y recubierta de resina epoxi, revela la maestría técnica y conceptual del artista, quien explora las complejidades de la abstracción a través de la interacción entre color, textura y profundidad.
Utilizando su característica técnica de superposición de capas y trazos, el autor logra una atmósfera envolvente en la que los tonos violetas, púrpuras y azules se entrelazan con matices sutiles de luz y sombra.
La resina epoxi, aplicada con precisión, no solo confiere un acabado brillante y uniforme, sino que también intensifica la percepción de tridimensionalidad, permitiendo al espectador experimentar la obra desde diferentes perspectivas. Las texturas estriadas y los matices desgastados sugieren un paisaje emocional abstracto, donde lo orgánico y lo etéreo se funden en un delicado equilibrio visual.
La obra, profundamente introspectiva, invita a reflexionar sobre el paso del tiempo y la interacción entre lo material y lo intangible.
Cada trazo y capa revelan una narrativa oculta, dejando espacio para que el espectador proyecte su propia interpretación.
Este diálogo entre técnica impecable y expresión emocional sitúa esta pieza como un testimonio del dominio del artista en el lenguaje contemporáneo de la abstracción.